El verdadero problema que se debería discutir es si México se encuentra preparado para una libertad tan grande. Antes de que se discutiera cualquier cosa sobre las drogas es necesario que la población se encuentre bastante informada sobre las implicaciones, biológicas, médicas, sociales y morales, para que tengan el modo de aceptar las consecuencias en el caso de abusar de los "beneficios".
Sin embargo, la meta no está tan lejos como parece: en nuestro país hay un grupo étnico al que se le permite usar el peyotl para sus rituales, donde el alucinógeno es un medio para conectarse espiritualmente. No hay que malinterpretarlos, su religión no se basa en el consumo de un alucinógeno, ellos enzeñan a sus hijos desde pequeños a usar el peyotl únicamenteen los rituales y bajo la supervisión de un guía espiritual. De este modo disfrutan de las bondades del alucinógeno sin el riesgo de volverse adictos.
Cuando toda la población entienda que las drogas están ahí para algo más que para sentirse bien y en otro mundo, la secretaría de salud no tendría ningún problema en legalizar las drogas, pero hasta que ese día llegue, elsuño seguira siendo eso: un sueño.
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